Cómo sabes si tu Profesor de Pilates es un buen Maestro.
Para comenzar puedo decirte que este artículo está un poco sesgado, por ser yo misma maestra de Pilates, pero intentaré ser lo más objetiva posible, y voy a compartir lo que he sentido como alumna de Pilates con varios de los mejores maestros que he tenido a través del tiempo.
Aspectos que pone en práctica un buen Maestro de Pilates:
- Ama lo que hace. Un buen maestro de Pilates y de cualquier especialidad, debe amar lo que hace, debe sentir pasión por lo que hace y enseña. Creo que este es uno de los aspectos más importantes. Casi siempre serás buena en lo que te gusta hacer.
- Estudia con los mejores. Generalmente, se preocupa por estudiar en una buena escuela, reconocida, o en varias, para poder aprender el método lo mejor posible. Dichosamente, existen varias escuelas de magnífico nivel, y que son reconocidas internacionalmente. Me atrevo a decir, que un maestro no será bueno si solo sacá un curso de unas cuantas semanas. Este método require estudiar bastante, áreas como anatomía, biomecánica, principios históricos, filosofía del método, y más.
- Aprende constantemente. Un buen maestro de Pilates, nunca detiene su aprendizaje, siempre está en constante investigación, observación, lectura, aprendizaje, capacitación.
- Muestra paciencia, respeto y empatía. Por demás está decir que el maestro debe mostrar respeto y empatía. Pero al respecto, creo que al enseñar Pilates en especial, se requiere mucha más paciencia, porque debe adaptarse al tipo de aprendizaje del alumno o cliente. (Hay personas que aprenden mejor viendo, otros practicando, otros escuchando o con una mezcla de tipos de aprendizaje). Y además, el maestro nunca debe tomarse un comentario de un cliente de forma personal. Por supuesto, debe haber respeto mutuo. Y este punto me lleva al siguiente
- Sabe corregir y brinda retroalimentación: Un buen maestro debe aclarar de que el método Pilates fue diseñado para enseñarse, y esto lleva corrección constante. A veces es un poco cansado para el cliente estar escuchando a su maestro diciéndole todo lo que debe pensar, corregir y hacer durante la clase. Pero al final si el maestro está corrigiendo, recuerda que está haciendo su trabajo de la mejor manera. El buen maestro debe corregir con respeto y palabras positivas. Además brindará retroalimentación positiva de como mejorar en el momento, o en el futuro. Puede hacerlo dejando practicas para que las haga en casa o cambiando de equipo, o de alguna otra forma que el maestro considere conveniente y adecuado.
- Practica, practica y practica. El buen maestro también practica en su cuerpo todo el tiempo, por supuesto, cada maestro tiene distintas necesidades, y hasta lesiones, pero generalmente el buen maestro de Pilates debe sentir lo que sucede con su propio cuerpo en el ejercicio que va a enseñar así podrá explicarlo mejor.
- Es buen guía y asesor. Hay cierto dilema, en que si un maestro de Pilates debe ejecutar los ejercicios con su alumno o no, pero puedo decirte que según me contaba Lolita San Miguel, Elder de Pilates, Joseph Pilates guiaba más a sus clientes, no practicaba con ellos la mayor parte del tiempo. Y tiene sentido, pues esto le permite al Maestro más guiar que hacer, además tiene tiempo para observar y corregir como lo mencioné antes.
- Aprende de sus alumnos. Este punto lo quiero mucho porque lo aprendí en mi caso personal, con el paso del tiempo. Un buen maestro no solo enseña sino que aprende y una de las mejores fuentes de aprendizaje de un maestro de Pilates son sus alumnos, pues al final Pilates es una experiencia que incluye todos los sentidos. Y cada cliente tiene necesidades distintas, aprende distinto, siente las cosas distinto. Y de esas sensasiones, y percepciones del alumno, el maestro puede aprender muchísimo y así cuando alguien no entiende de una forma, el buen maestro sabrá explicar de otra forma que si entienda mejor.
- Utiliza bien el tacto. Este es un punto importante que un maestro. Siempre debe avisar o pedir permiso, antes de hacerlo, por leyes que rigen en algunos países, y por supuesto por respeto al cliente, y que no se asuste, en caso que el maestro le toque una parte del cuerpo. El maestro de Pilates utiliza en su enseñanza lo que inglés se llama: “hands on”, es utilizar el tacto para indicar o informar que debe hacer el cliente. Claro, que generalmente las indicaciones del maestro son verbales, pero si por ejemplo: tu maestro llega y toca tu hombro cuando lo estás subiendo, de inmediato entenderás que debes bajarlo.
10. Es puntual y respetuoso del tiempo de clase. Cada minuto en clase de Pilates cuenta y es valioso. Así que un buen maestro de Pilates, será puntual tanto para comenzar su clase como para terminarla. Y siempre tratará de brindar una experiencia de movimiento positivo a su alumno. Siempre digo que al final de clase tanto Maestro como alumno deberán sentirse bien.
Creo que en esos aspectos, resumo lo que es para mi un buen maestro de Pilates. Por supuesto, todos los que amamos enseñar Pilates, somos diferentes en estilo y forma de hablar. Creo que eso es algo positivo también, pues imprime originalidad a tu maestro.
Espero que hayas disfrutado este artículo, y cuéntame, si tienes otra idea de lo que consideras valioso en tu maestro de Pilates, estaré feliz de añadirlo a éste artículo.
Leave a Comment